“Psst… se te nota la __________”. Muchas mujeres susurran esta advertencia para alertar sobre fallas en el vestuario y evitar vergüenza. Esto puede ser muy útil, pero lo que la mayoría de nosotras necesitamos aún más es que alguien susurre: “Psst… se nota tu mala actitud y no te queda bien”.
Todos sabemos la importancia de tener una buena actitud, pero saberlo es mucho más fácil que mantener constantemente ese espíritu correcto. Es difícil mostrar la actitud correcta en épocas de cambio, temporadas ocupadas y enfermedades prolongadas. También, durante la época navideña, nuestro espíritu puede ponerse tenso y frustrado. Los niños discuten por los juguetes la mañana de Navidad. El tráfico durante las fiestas es terrible. Nuestros planes están arruinados, y por esto excusamos nuestras reacciones y mala actitud.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Salmo 51:10
Cuando la salud de mi esposo nos trajo de regreso desde el campo misionero en 2003, nos mudamos a Carolina del Sur y comenzamos un ministerio hispano. Imprimí copias del Salmo 51:10 y pegué el versículo en las puertas de nuestra nueva casa. Mi madre vino a visitarnos y notó que el mismo versículo estaba pegado en todas las puertas de la casa. “¿Colocaste ese versículo para tus hijos?”, preguntó. “No, ¡lo coloqué para mí!”, respondí.
Había sido extremadamente difícil dejar México, el campo misionero que amaba y en el que había planeado quedarme. Cuando volvimos a los Estados Unidos, tenía 39 años y había pasado 13 años en México, un tercio de mi vida. Me sentía fuera de lugar en mi propio país.
Un día, mi hija mayor, Judy, y yo fuimos a un centro comercial y vimos a la gente caminando. Me acerqué a Judy y le susurré: “¡Me siento como una extranjera aquí!”. No entendía los chistes, me sentía abrumada por los lujos infinitos que todos los demás daban por sentados y estaba desconcertada por el deseo universal de estar cómoda y entretenida.
Mis hijos también luchaban por estar contentos en un nuevo país que tenía muchas costumbres diferentes para ellos. Yo era realmente la única persona que les había hablado en inglés. Jason llegó a casa un día de su clase de cuarto grado y me dijo: “Nuestra maestra nos dijo que necesitamos usar nuestras ‘noggins’. ¿Qué es una ‘noggin’?”. Por los que no saben, un ‘noggin’ significa la cabeza en Carolina del Sur.
Cuando la clase de segundo grado de Julie cantó “Quizás nunca viaje a México”, ella sollozó ante su maestra: “¡Pero sí quiero ir a México!”. Traté de alentar a mis hijos a aprender a estar contentos donde Dios los hubiera puesto, pero en realidad me estaba predicando a mí misma. ¿Cómo era posible sentirme tan sola y aislada durante la “época más maravillosa del año”?
Realmente creía que podía y debía aprender a estar contenta donde Dios me pusiera, pero fue tan difícil. Me di cuenta de que no podía tener la actitud correcta con mis propias fuerzas. Necesitaba la ayuda de Dios para renovar y seguir renovando un espíritu correcto dentro de mí.
Sería muy conveniente si Dios nos enviará avisos de renovación para nuestro espíritu, así como las revistas envían avisos cuando nuestra suscripción está a punto de expirar. Dios podría decir: “¡Cuidado! Si no corriges tu actitud, vas a dañar tu testimonio, ofender a un hermano en Cristo o desanimar a alguien de servir al Señor”.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2
Muchas veces no prestamos atención y ni siquiera nos damos cuenta cuando nuestro espíritu recto se ha evaporado en el aire. Necesitamos prestar más atención a los pensamientos dentro de nuestro corazón y darnos cuenta cuando estamos adquiriendo un espíritu crítico, siendo demasiado negativos, sintiéndonos descontentos y quejándonos. Cuanto antes le pidamos a Dios que renueve nuestro espíritu, mejor estaremos en nuestro caminar cristiano.
Puedo hacer las cosas por inercia con los mejores cristianos. Puedo hablar el lenguaje cristiano con fluidez, ya que crecí en la iglesia toda mi vida. Puedo probablemente engañar a casi todo el mundo, ¡pero no puedo ser una bendición ni ser bendecida sin el espíritu correcto dentro de mí!
¿Al acercarnos a la temporada Navideña, puedo animarte a que examines tu corazón y tu espíritu? La alegría de la Navidad no se puede encontrar en luces de navidad, comida deliciosa o en reuniones familiares. Esas cosas son maravillosas, pero no pueden llenarnos de la manera en que Jesús puede hacerlo. Necesitamos que Jesús renueve nuestros corazones y nuestras mentes para que estemos llenos de amor, alegría y paz.
Recientemente he luchado por tener un espíritu correcto dentro de mí. Creo que es tiempo para poner el versículo en las puertas de mi casa. Uno mi oración con la del salmista: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí”
Rebecca Aguilar
Esposa del Pastor en la Iglesia Bautista de la Gracia - West Columbia, SC
Rebecca Aguilar ha sido esposa de pastor por 33 años, sirviendo en iglesias hispanas, en México y en Carolina del Sur. Es madre de siete hijos cuyos nombres comienzan con J. Su esposo ha experimentado muchos problemas de salud, incluidos ataques cardíacos y cáncer, lo que los llevó a regresar de México para servir en los Estados Unidos. Rebecca escribió recientemente un libro titulado “Y sonó el timbre”, que cuenta cómo Dios dio muchas respuestas maravillosas a la oración mientras su familia servía en México. Este libro está disponible en Amazon en inglés y español.