¿Alguna vez te has encontrado en una situación tan desesperada, tan traumática, tan temerosa o tan pesada que la única oración que puedes decir es: “¡Ayúdame, Señor!”?

Ayúdame Señor
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¿Alguna vez te has encontrado en una situación tan desesperada, tan traumática, tan temerosa o tan pesada que la única oración que puedes decir es: “¡Ayúdame, Señor!”?
En momentos de dificultad y duda, es natural cuestionar el carácter de Dios. Sin embargo, es precisamente en estos momentos que necesitamos anclarnos en la verdad inquebrantable de quién es Dios.
“Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,” (Hebreos 3:14) El mundo define la confianza como un sentimiento de seguridad en uno mismo...